lunes, 20 de junio de 2011

Acá estoy, muchos meses después , de nuevo escribiendo y pensando que me gustaría escribir todo lo que me ha pasado para que mujeres y mujeres jóvenes lo lean y vayan tomando mis experiencias o mis errores como ejemplos a seguir o a evitar.
Ahora estoy con licencia médica en casa, llevo días yendo a terapia para mejorar mi dolor de espalda producido por tener la columna en forma de "S" y por años de vivir chueca. Me ha hecho bien el descanso, no lo puedo negar.
En este minuto tengo 31 años y vaya que me hubiera gustado poder acordarme que tenía un blog y haber escrito en él, sin cesar. Hace casi dos años que tomé la decisión de separarme de mi entonces marido 15 años mayor que yo. Él era un buen hombre, pero el equivocado. Cuando en octubre de 2009 decidí que no viviría más una mentira en nombre de la familia y de los niños, sabía que lo que estaba haciendo era arriesgado y complejo, pero nunca me imaginé que tanto. Ya teníamos unos 7 años de casados y dos hijos hermosos, maravillosos...buenos niños y mi razón de ser durante muchos años. Por lo mismo era tan difícil para mí tomar la decisión de separarme, pues pensaba en ellos siempre- Hubo un intento fallido por ser libre, nos separamos unas dos semanas y yo tuve una revelación en la TV...algo parecido o simplemente una excusa que me dio la vida para querer ver lo que no existía: amor entre nosotros dos, lo que me hizo pedirle que volviera a casa. De verdad creí que debía conformarme con lo que yo había escogido, ser responsable de mis decisiones anteriores aunque la decisión de casarme haya nacido a los 21 años, con un hijo en camino y pensando que ya lo había vivido todo. Entonces me embarqué en lo que por unos 3 o 4 años fue muy bueno. Tenía a mi familia hermosa, todo estaba bien....continuará.