martes, 12 de junio de 2012

Sobrevalor

No ser egoísta. Aprender que el mundo entero no gira al rededor nuestro. Entregar sin esperar nada a cambio. Aprender a recibir el cariño que se nos ofrece de manera incondicional. Recibir un sentimiento de cariño y afecto hacia nosotros sin poner condiciones en la entrega. Apreciar las pequeñas muestras de afecto de los consaguíneos y de los afecto adquiridos a lo largo de la vida. Aprender a respetar los sentimientos de los demás y no echarse a morir creyendo que sólo uno es el que sufre.

Todos sufrimos, todos en distinta medida y cada día. Creo que hemos sobrevalorado la felicidad, pues todos esperamos ser felices como si eso fuera vivir en un estado permanente de gozo y paz interior. No es así, y no creo que haya alguien en este mundo que pueda rebatir. Es imposible creer que existen personas que viven en ese estado de excitación  permanente, sonrientes por la vida, alegres y optimistas, cada minuto de sus días. Claro que sí hay personas que son optimistas por naturaleza y nos contagian con su alegría; sin embargo, claro que se han visto inmersas en las mismas preguntas que todos los mortales de esta tierra...¿por qué a mí? ¿lo estaré haciendo mal? ¿por qué no me quiere? ¿estaré siendo muy estricta? ...o en esas afirmaciones que asoman cuando nos sentimos miserables: nadie me entiende, nadie me quiere, nadie me valora...y así podría seguir. Todos ellos y todos nosotros nos vemos en ese escenario de vez en cuando. Así que la felicidad tal cual se le pinta, no existe. Creo firmemente en la flexibilidad de pensamiento y en la bondad. Ser flexibles  al enfrentar distintas situaciones nos hace más empáticos con los demás, por  lo tanto, más abiertos a posibles escenarios y más propensos a encontrar distintas soluciones a los problemas. La bondad viene derivada de la empatía, pues si veo al otro sufrir me pongo en su lugar y le tiendo una mano, o me imagino la reacción de ese otro quien recibirá mi ayuda sin esperarla y eso me satisface.

Por eso siempre digo hoy me siento feliz y no, soy feliz........ quizás lo diga, pero es temporal, nunca permanente. Prefiero intentar ser generosa, empática, bondadosa y flexible....así llegan más momentos que brindan satisfacción y no ando en búsqueda de la olla de oro al final del arco iris.

Si todos hicieramos ese intento podríamos tratar de lidiar con la complicada naturaleza humana.



viernes, 1 de junio de 2012

Desde adentro

Ya es viernes acá en el sur. Está lloviendo y los colores de mi vista son mayoritariamente grises, con sólo un toque de verde. Mi espacio hoy está lleno de energía. El lugar que ocupo en el universo y en este sector del planeta es mi espacio y hoy está completamente repleto de energía positiva y de luz. Hoy siento felicidad extrema. Pero más que nada, agradecimiento. Hoy quiero agradecer estar viva y respirando. Hoy sólo quiero expresar que de tantas recetas sobre la felicidad, de tantos tips, de tanto leer sobre la dicha oculta en nuestros corazones puedo decir que HOY se hace presente. Sé que cada uno de ustedes la conoce y la ha vivido. Pero no todo en mí es dicha y felicidad , esto es pasajero, porque para que yo haya llegado a este punto hoy, ese preciso día de junio, han pasado muchos eventos que me hicieron ver el infierno...Días de llanto, de incertidumbre y culpa extrema. Días y noches de preguntas sin ninguna respuesta, de cuestionamientos absurdos y sentimientos ajenos que me inundaban. De odiar a quien me lastimaba, porque al parecer yo lo había lastimado primero, pero según cada mundo interno el paisaje cambia y ya nada es certeza. Quién lastimó a quién,  quién odia a quién... Nada que hacer.

Para llegar acá hoy pasé por muchas penas..hasta por un guión macabro que el destino me tenía preparado, algo así como una historia de esas que nadie cree al escucharlas porque parecen sacadas de programa de radio, pero sí....Tengo a cuestas una de esas historias y ya me ven acá: Agradeciendo a Dios y a la vida todo lo que me ha hecho pasar para ser quien soy AHORA, en este escritorio.

Ustedes seres que leen, presten mucha atención, porque a pesar de no ser tan mayor, las he visto muy negras, muy torcidas y me han faltado 10 mil respuestas a las 10 mil preguntas que he creado. Presten atención cuando les digo que cada día tiene la potencialidad de convertirse en un día de felicidad...No importa qué tanto daño te han hecho. No importa cuánta plata debes. No importa cuántos enemigos tengas. No importa el saldo de tu cuenta corriente o vista, ¡como sea!  Ni qué harás de almuerzo, ni dónde comerás, ni si comerás o no...Porque a parte de las hormonas que son las únicas que conozco tienen el poder de hacernos sentir MISERABLES, aparte de esas locas amigas, no existe nada en el mundo, NADA ni NADIE que merezca que nos sintamos infelices. ¿Para qué? ¿Tiene algún sentido sentirse mal o infeliz?  ¿Sentirse infeliz traerá una suerte de milagro a tu vida?¿ o llegará ese ser celestial a salvarte si "justo" "justo" en ese momento te sentías el ser más miserable de la ciudad???? ...NO.-..

Eso no va a pasar. Entonces te digo, Párate, levántate, avanza y camina, mira a tu lado, ¿quién está? No me digas que no hay nadie, porque salvo que estés en una isla desierta, eso NO es posible.  Mira al lado, mira tu familia, mira los ojitos de los niños, mira sus caritas, mira los ojos de tu madre o de tu padre, de tus hermanos. Párate. Sal de ese estado de autodestrucción que , en serio, no sirve. Sí, puedes permitirte pensar en lo que te hace sufrir, a veces suspirar y pensar, por qué a mí? Un ratito solamente. Ok, te concedo eso. Pero a esa pregunta de por qué a mí, le darás SOLO UNA respuesta.................. Porque así es el juego de la vida, porque tenemos que ganarle y ser felices desde adentro y no desde afuera. Porque sin dolor temporal no hay sensación de VICTORIA. Porque sin sufrimiento pasajero no hay conocimiento de la FELICIDAD permanente.

Por eso.